viernes, 23 de diciembre de 2011

La postal de Navidad

 Todos los años por estas fechas, me obligo a hacer algo para intentar que mis amigos de toda la vida no se olviden de mí.
 Desde que salí de mi ciudad al exilio laboral, he sido bastante vago para estas cosas, y siempre que tenía unos días libres y volvía, me conformaba con visitar a la familia y rara vez llamaba a los amigos  para intentar vernos o preocuparme por su vida.
 Quizás porque pienso que no soy tan importante como para que nadie cambie sus planes de repente cuando a mí me dé por aparecer, igual es simplemente por desidia o por cierta conducta asocial que llevo en mis genes.



Una postal de Navidad es la excusa perfecta, no llama mucho la atención, y me permite (creo) dar el toquecito de atención justo para que nadie se sienta obligado a responder o a llamarme, aunque a veces alguien lo haga, cosa que me alegra un montón.
En su día pensé que una postal de Unicef no serviría, por muy solidaria que fuera, y personalizar el texto para cada uno de mis amigos se me antojaba un trabajo enorme. Por el contrario, si utilizaba los típicos "Feliz Navidad", "lo mejor para el Nuevo Año", etc., mis  christmas iban a tener el mismo efecto que la que nos manda todos los años nuestro amable dentista.
 Un antiguo profesor mío y gran amigo de esos a los que rara vez te encuentras, pero de quien no me podré olvidar nunca, me abrió el camino. Gran aficionado a la fotografía, todas las navidades seleccionaba una foto suya a la que acompañaba una cita alegórica y simplemente un abrazo al lado de su firma. Me pareció una idea fantástica, y me apropié de ella vilmente, sin pedir permiso y sin miedo al copyright (perdona Chus).

 Parecía fácil, yo además me empeñé en currarme la frase sólo, en vez de utilizar una cita famosa, y pensé - esto ya como paranoia personal-, que haciendo este trabajo, me redimía de lo poco que había hecho para mantener el contacto durante el resto del año.

 El proceso que  sigo es el siguiente, busco una foto bonita que haya hecho durante el año, pienso en lo que me inspira esa foto, y como relacionarlo con valores como la amistad, la paz, la fraternidad, o simplemente la tranquilidad de estar en familia en estas fechas año tras año, sin que a ninguno nos haya ocurrido ninguna desgracia.
 Ante esta expectativa, cada año retraso más al límite el momento de sentarme a pensar en ello, dados los sudores que me entran. Unas veces sale mejor que otras, pero la verdad es  muchos de mis amigos me han dicho que las conservan todas año tras año, como el que colecciona cromos de Sandokán, hasta se permiten recordarme que todavía no la han recibido, y que para ellos no empieza la Navidad hasta que no ha llegado mi postal, ¡que simpáticos!.

 Esta es una costumbre que intentaré mantener, lo prometo, lo que pasa es que la lista cada vez se hace más larga, para que veáis cómo soy, me quejo de esto, cuando significa que cada vez hay mas gente importante para mí, con la que no estoy todo el tiempo que desearía.

Aquí os dejo la de este año, hecha en Berlín hace unos meses, espero que os guste y que les guste también a mis amigos, que probablemente la hayan recibido hoy mismo en sus casas.

UN ABRAZO,
ALFREDO.

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