Después el exceso de la cena de Nochebuena, viene el exceso de la comida de Navidad, pero este año no me cogió desprevenido, decidí contraatacar con una mañanita de skate, para bajar la cena, y hacer un huequecito para la comida.
Aquí os señalo el recorrido por la soleada mañana Gijonesa, en el que invertí algo más de un par de horas de carveo suave y relajante.
El skate que me llevé es mi preferido, montado con ejes de surf-skate CARVER C7, de los que ya he hablado
aquí, que sirve para llanear casi sin esfuerzo, como si fueras en una ola eterna.
Pues así me pasé la mañana sin pensar en nada y disfrutando de mi preciosa ciudad, la que, de momento es skateable 100%, con respeto a los demás y moderación en el riesgo, espero que esta situación siga así por mucho tiempo.
Ahora se están metiendo con las bicis, espero que, a continuación no se fijen en nosotros como objetivo recaudatorio.
En esta última hay algo que me es familiar,...
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